
Marko - “La Depresión También Sonríe, Y El Mejor Ejemplo De Eso Soy Yo”
14 de may de 2025
En este capítulo de "Los Hombres Si Lloran", Juan Pablo Raba y su invitado, un comediante venezolano, abordan la importancia de la salud mental y el impacto de las experiencias de vida en el bienestar emocional y financiero. Se trata de un espacio seguro donde la vulnerabilidad se convierte en una fortaleza personal, explorando traumas personales, el impacto de la paternidad y el uso de las redes sociales.
Capítulos
Inicios en el Arte y Comedia
El invitado relata cómo su mamá influyó en su interés por la comedia y el arte desde una temprana edad en Venezuela. Explica cómo desarrollaron personajes juntos y cómo eso lo llevó a actuar en televisión. Sin embargo, enfrentó dificultades cuando su padre le retiró los permisos para actuar, lo que fue visto como un acto de amor.
El Cambio de Vida y Pérdida de Su Padre
El comediante comparte el impacto de la muerte de su padre y cómo eso cambió su perspectiva de vida, llevándolo a valorar más el trabajo arduo y la disciplina. La pérdida fue un evento doloroso que moldeó sus decisiones futuras.
El Impacto de las Redes Sociales en la Salud Mental
Se discuten las presiones y expectativas creadas por las redes sociales, y cómo estas influyen en la salud mental al fomentar comparaciones y expectativas irreales. El comediante confiesa haber experimentado un colapso emocional debido a estas presiones.
La Depresión y el Camino hacia la Reconstrucción
El invitado habla abiertamente sobre una crisis personal donde experimentó un bloqueo emocional. Narra cómo el compartir su experiencia en un video llamado 'La depresión también sonríe' le ayudó a él y a muchos hombres a abrirse sobre sus luchas emocionales.
Herramientas para la Salud Mental y el Financiamiento
Se resalta la importancia de mantenerse conectado con actividades que fomenten la salud mental, como el ejercicio físico y la conversación sincera con amigos. Además, se aborda cómo la estabilidad financiera puede impactar directamente en la salud mental.
Conclusión
El episodio deja un potente mensaje sobre la importancia de hablar de vulnerabilidades y buscar apoyo emocional y financiero. Insiste en que las redes sociales deben ser usadas responsablemente y destaca la urgencia de romper el estigma alrededor de la salud mental, particularmente en los hombres.
Menciones
- (Persona) Juan Pablo Raba
- (Persona) Dani Posada
- (Persona) Charles Barkley
- (Persona) Scandia
- (Org) FanDuel
- (Org) Los Hombres Si Lloran
- (Org) Benevisión
- (Concepto) salud mental
- (Concepto) bienestar financiero
- (Concepto) vulnerabilidad
- (Concepto) depresión
- (Concepto) redes sociales
- (Obra de arte) La depresión también sonríe
- (Concepto) vida real en contraste con redes sociales
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Y en esta temporada, y de la mano de Scandia, también hablaremos de dinero, porque sabemos que nuestro bienestar financiero impacta profundamente en nuestras vidas, en cómo nos sentimos, en las decisiones que tomamos y en poder alcanzar la libertad para vivir la vida que queremos y no la que nos toque. Amigos extraordinarios y expertos llegarán para compartirnos sus historias y herramientas que nos ayudarán a profundizar en las complejidades de la salud mental y en todo lo que la atraviesa. Este nuestro espacio, tu espacio es seguro y se llama Los Hombres Si Lloran, donde la vulnerabilidad se convierte en nuestra mayor fortaleza. La risa es que nos acabamos de enterar en primicia de algo muy importante. Ojo que el comediante es él, no soy yo. Nos damos a la inversa hoy. Oye, compadre, en primer lugar, gracias. Gracias porque terminaste gira por Colombia ayer teatro lleno sold out ponerme a mandar un video muy impresionante y gracias compadre por tu tiempo por realmente sacarnos el tiempo de venir aquí a compartir con este espacio yo no dejo de de maravillarme y de sentirme sumamente conmovido de que alguien quiera venir aquí a hablar conmigo y a echarme su cuenta. Bueno, yo también, hermano, te doy las gracias porque los que estamos haciendo carrera en las redes sociales, es muy corto lo que tenemos, ¿no? Las redes sociales son muy nuevas. Yo arranqué, apenas esto arrancó hace 10 años. Estos son los momentos donde uno puede entender que está haciendo las cosas de manera correcta. No es un tema de agrandarte, pero es un tema de seguir tu trabajo durante tanto tiempo y un día estar sentado aquí contigo. Para mí es una bendición y te lo quiero agradecer arrancando aquí, hermano. No, compadre, muchas gracias. Me dices que empezaste con eso hace 10 años. ¿Nos puedes poner un poquito en contexto de tus inicios? ¿De dónde viene esto? Yo empecé con el arte, brother, porque tengo una mamá que es una mujer artista anónima, una mujer que le fluye el arte pero nunca lo quiso expresar ante el público y cuando tuvo su hijo, su hijo único por parte de mamá, ella vio la oportunidad. Mi mamá empezó a expresar su comedia con su hijo de 5 o 6 años, ella diciéndome chistes donde donde se metía conmigo, y yo empecé a defenderme metiéndome con ella. Esto se nos fue de las manos porque empezamos a crear personajes, mi mamá y yo. Esto es muy raro lo que te voy a contar. Mi mamá y yo contra el mundo y creamos personajes. Entonces yo tenía personajes donde, bueno, la acompañaba a trabajar, mientras mi mamá estaba trabajando, yo hacía personajes de un señor que la cortejaba o que cortejaba a las amigas. Después tenía un personaje a los siete años de... Mi mamá se reunía mucho con las amigas a beber, a pasarla bien. Me ponía una cartera y yo empezaba a imitar a las amigas. ¿Sí? Sí, siete, ocho años. Por eso la gente hoy en día me dice, ¿cómo imitas también a las mujeres? Compadre, una vida entera. Mi mamá nos lo dejó ahí. Nosotros estábamos muy jodidos. Para mi mamá era muy difícil el tema del dinero. Pero ella nos lo dejó ahí, bro. ¿Esto era Venezuela? Esto era Venezuela. Yo a un lugar que se llama Guatire, que está a 40 minutos de la capital, mi mamá me subía en autobús en el transporte público, para que yo empezara a hacer cursos de actuación a Caracas. Bastante complicado porque no había dinero. Mi mamá tenía en mente que algo iba a pasar. Una mujer de fe. Y a mi mamá una vez una señora, una bruja que echa las cartas, le dijo, tu hijo trae un aura. Y mi mamá, te lo juro, se pegó de eso. Mi mamá se pegó del aura. Y mi mamá, te lo juro, güey. Se pegó de eso. Mi mamá se pegó del aura. Y mira que estamos buscando la bruja esa porque tenía razón. Mi mamá fue la burla del pueblo durante años por el cuento de tu hijo tiene un aura. Y pasaron cosas. Y mamá insistió tanto, brother. Era muy insistente. Pero no era muy insistente sin que yo fuese feliz en su insistencia. Nos conectamos los dos. Empezaron a pasar cosas y a mis 12 años, yo haciendo cursos, obviamente estaba en todos los actos de colegios, me vieron para una serie, hice mi primera serie en Venezuela, en Benevisión. ¿Verdad que era el canal de Benevisión en Venezuela? Ahí hice una serie que se llamaba Así es la vida. Y ahí tuve una carrera corta en la adolescencia de televisión y ahí hizo una serie que se llamaba Así es la vida y ahí tuve una carrera de corta en la adolescencia de televisión la cual termina porque mi papá un argentino en paz descanse o sea compartimos papás argentinos y los dos descansan en paz sí sí creería uno creería uno ¿hace cuánto falleció tu papá? mi papá falleció cuando yo tenía... Estaba yo cumpliendo como 14 años. Ok. ¿Hace cuánto? Estaba yo viviendo con mi papá porque empezó a salir mal en los estudios y mi papá no me dio los permisos. En televisión estaban permisos. Claro. De papá y mamá. No me dio los permisos y me sacó a la televisión. Y ha sido el acto de amor más grande que mi papá y mamá. No me dio los permisos y me sacó a la televisión. Y ha sido el acto de amor más grande que mi papá me pudo haber dejado. Porque mi mamá no podía controlar en lo que yo me estaba convirtiendo ganando dinero tan joven y con una relevancia que te da estar en dos, tres series que están pasando un buen momento. Bueno, ya tenemos como para cuatro episodios. Entonces, ahora ya no sé ni por buen momento. Bueno, ya tenemos como para cuatro episodios. Entonces, ahora ya no sé ni por dónde empezar. Bueno, y mi papá me... Me fui a vivir con mi papá. Como mi papá me saca de un colegio que yo me estaba pagando, el... O sea, espérate, entonces empiezas a entrar, o sea, entras en la tele, te empiezas a ir bien, o sea, empiezas a ganar, a ganar plata y entonces tú empiezas a ayudar a tu mamá y empiezas a ir bien, empiezas a ganar plata y entonces tú empiezas a ayudar a tu mamá, empiezas a pagar tus cosas, pero seguías yendo al colegio. Seguía yendo porque era obligatorio. Si tú no estudiabas, la televisión no te permitía estar. Mi papá me saca de uno de los mejores colegios que yo me estaba pagando, con lo que estaba trabajando. Había perdido el año y me metí en un colegio público. Me ponía a trabajar que yo me estaba pagando con lo que estaba trabajando, había perdido el año, y me metí en un colegio público, me ponía a trabajar, y a dar un cambio de vida a trabajar con él. ¿En qué trabajaba tu papá, perdón? Bueno, mi papá tenía muchísimos negocios, pero no tenía un restaurancito, y nos metía en la cocina cuando terminábamos, a lavar los platos, a trabajar, un restaurante pequeño. Mi papá me saca de ahí y la vida me cambió completamente. Se acabó la televisión, se acabó el arte. Yo estaba expresarme, estaba trabajando, estaba en un colegio, ni sabía expresarme y lo único que me llevó la vida fue a decir mi papá me está alejando del arte y mi papá estaba construyendo un ser humano que valorara más lo que tenía. ¿Qué le iba a entender un joven adolescente que le habían quitado todo un culo? Pero dejas de vivir con tu mamá también. Ok, y cómo fue? Y cómo fue eso? ¿Cómo fue eso para tu mamá, para la relación? ¿Cómo dejó de vivir con mi mamá? Mi mamá entiende que mi papá le dijo dame al niño, dámelo, que yo necesito enderezarlo. Mi mamá estaba feliz, porque sabía que era un proceso que yo tenía que pasar. Sí, pero lo más duro viene acá, que en un tema de rebeldía me fui de casa de mi papá, joven. Me fui de casa de mi papá porque sentía que mi papá estaba acabando con mi expresión, con mi arte. No entendía lo que ese hombre tan increíble estaba haciendo conmigo, con mi camino. Me voy, weón. Me voy de fiesta, de locura ya. Y un día llego, llamo a mi hermana. Esto te estoy contando a paso tal cual te lo voy a decir. Llamo a mi hermana porque sentí que estaba castigando a mi papá sin que supiese tres semanas de mí. Y llamo a mi hermana, nunca se me va a olvidar, de una mesita donde alquilaban teléfonos. La llamo, ¿no? Porque me pasa a mi papá. Y lo primero que mi hermana me dice es, papá se acaba de morir a su inauguración. Señoras y señores, acabarán comprando para su deodorante, ¿verdad? Así que prueben Degree's original Cool Rush. me dice, papá se acaba de morir hace una hora. ¡Gracias! Mi papá le dio cirrosis. Sabes que la cirrosis te mata muy rápido. Un gran padre con problemas de alcohol muy heavy. Y sabes que no lo ayudamos porque es que mi papá no era el borracho malo mi papá siempre fue el borracho que amaba que abrazaba no teníamos información lo dejábamos beber todos los días lo dejábamos que se desayunara un café con un chorrito de whisky y la cirrosis te mata enseguida no avisa Bajamos que se desayunara un café con un chorrito de whisky. Y la cirrosis te mata enseguida. No avisa. Yo no me puedo despedir de mi papá. Son cosas que... Son cosas que te quedan, huevón. Que te hacen sentir tan imbécil que tú tratas de trabajarla con el tiempo porque lo amaba con locura y por un acto de rebeldía no pude estar con él. Estuvieron todos mis hermanos. Mi papá solo preguntó por mí. Creo que la vida me cambió muchísimo. Eso fue un golpe que me hizo empezar a llevar la vida por los valores que mi papá me estaba intentando dar. Y de ahí, brother, creo que la vida me cambió enormemente. Me quedé solo con mi mamá. Mi mamá siempre asumió un papel de, no de mamá, sino de amiga, de hermana, de contarme los problemas por los que pasaba, pasaba por muchos problemas personales, no tenía información para tratarlo, no había dinero y a mí me tocó salir a pelear por mí y por mi mamá, no tuve oportunidad y nunca dejé de pelear por mi mamá, desde niño hasta ahorita. Y una de las cosas que a veces me pongo a pensar, brother, es hay gente que te dice que es que hay que ir a las terapias a superar las vainas y hay vainas que yo no quiero superar. Y hay vainas que yo no quiero tratar y no las quiero hablar. Hay vainas que me van a doler mientras respire. Como que es que yo no puedo tener Miami después que tanto logré a mi viejo sentado con un mate, viviendo, como tengo a mi mamá. Suena muy trillado, marico. Pero sí hay que llamar a la gente para decirle que la ama, huevón. Sí hay, huevón. Sí hay que llamar a tu mamá. Sí hay que estar pendiente del amor, huevón. Era una cruz que cargaba, que se convirtió en un aprendizaje maravilloso y que lo único que me dejó como consecuencia es un papá entregado a mis hijas 24-7. Eso me dejó un legado maravilloso, un aprendizaje mucho más grande. ¿Cuántos años tenías compadre? ahí cuando él murió yo estaba como entre 14 15 estaba graduándome ya, estaba como pasando el bachillerato, secundaria quería hacer reír a la gente desde niño mi mamá lo inculcó, mientras estaba en el salón la profesora estaba diciendo algo yo estaba esperando el silencio de la profesora para yo decir algo y ver como el salón se reía, te imaginarás como me fue mal siempre, cabrón me fue malísimo, mal, mal yo lo que quería era expresarme y encontré un lugar perfecto para mí tenía 17 años y encontré un lugar perfecto para mí. Tenía 17 años y encontré mi casa. Encontré el lugar de donde era un teatro. Y entré al teatro y más nunca salí. Salí después de las redes sociales porque las redes sociales me llevaron al mundo. Me tocaba hacer stand-up, no podía armar una obra de teatro. Intenté dirigir, Dirigía por falta de dinero porque montaba mis obras. Los directores cobraban una vainita. Y yo, mira, si ustedes me aceptan, pero si ustedes creen que voy mal, dirigía con los actores. Teníamos obras que les iba muy bien en Caracas. Y le preguntaba a los actores, yo no te quiero faltar al respeto, pero no tengo para un director. Si tú ves que voy mal, esta vaina es de todos. Porque la taquilla está buena, entonces tenemos un buen problema. Que yo no soy director, pero le vamos a echar un camión de bola. ¿Y esas obras las escribías tú o buscabas textos? Al principio buscaba texto para tener texto de buenos escritores en Caracas. La gente me fuese a las obras y ya después, ¿qué coño? Las escribía yo. ¿En qué teatro? En el Teatro Senado 8, en el Teatro Bar, hacía obra hiperrealista. Mi amor era con las obras hiperrealistas. Me apasiona, es una vaina que me vuelve loco que la gente llegara a un bar y no sabía quién eran los actores. Y que los actores se te sentaban en la mesa. Nosotros hicimos una obra, este siguió, no me lo puedo asumir, se llama Estocolmo, un guión muy famoso, el síndrome de Estocolmo. En esta obra nosotros no la pudimos seguir, porque fueron los tiempos más difíciles de Caracas del tema de la delincuencia. La obra era hiperrealista y entraba secuestrando el bar. Imagínate, todos los tiempos más difíciles de Caracas de delincuencia, los actores entraban secuestrando el bar, encapuchados, con armas largas. Y después que la gente entendía, obviamente había una revisión de... Es la propuesta más fuerte donde he estado. Había una revisión de que nadie entraba con nada. Cuando la gente estaba sumisa en mesa, el protagonista se quitaba la máscara. Y la gente entendía que la obra había empezado la primera reacción de la gente era llorar y llorar los primeros cinco minutos de los anhelos lo amo, lo amo con locura pero fui asestando porque me queda más dinero porque yo quería hacer teatro pero yo dije coño ya va, yo voy a llevar cuatro amigos vente para acá, vamos a meterle aquí tú y yo a la vaina vengan a ver a mí, yo me voy a rep cuatro amigos, vente para acá, vamos a meterle aquí tú y yo a la vaina, yo me voy a repartir este dinero aquí. Tú sabes que te hago un paréntesis, hay una historia muy famosa de un actor aquí en Colombia que para un casting tenía que hacer un malando, una vaina, y él decidió, y el director era de afuera, y él decidió entrar con capucha, con pistola en mano, se lo llevó y cuando lo tenía en el carro, le dijo, ¿qué te pareció mi casa? No quedó. ¿Qué te pareció mi casa? Mira, mal pariente, uno pasa por aquí más nunca. Pareciera que lo que te gusta a ti es crear un efecto en el público. Pareciera que te alimentas mucho de lo que generas en el otro. Yo encuentro mi felicidad en eso. Acabas de ver el punto. Mi punto más feliz es ver que alguna ocurrencia mía dio para que todos se echaran a reír y se fue así de niño. Lo entendí de adulto. Hay gente que te dice, encuentro la felicidad en ti. Yo encuentro mi felicidad en las sonrisas de los demás, en que yo puedo decir una vaina loca que a ti te genere una sonrisa. Y si te genera una carcajada, a mí se me acomoda el día. Ahí encuentro yo mi felicidad. Y ahí la buscaba desde niño, por eso tenía este problema. Quería ver que todos se rieran, yo no entendía. Sentí un éxtasis, era como era como esto, mi felicidad, no lo entendía. Y siempre fue una rebeldía. Pero fíjate que me ayudó la comedia, me ayudó para sobrevivir en muchos ámbitos, como cuando estudié en un colegio público y entré al colegio público y en el salón éramos 127 y un solo profesor. Y era el salón lleno de gente de las sesiones A hasta la Z en los colegios públicos y donde te encontraba gente que en realidad estaba viviendo cosas en la calle. Claro. Y a mí lo único que me salvó de que en ese colegio me amaran, que nadie se metiera conmigo, es todo el día estar con un chiste. Porque tú eras un cifrino. Porque yo era un tipo blanquito, pero asmático. A mí tú me pegabas un grito y había que nebulizarme. Yo no podía pelear con nadie, marico. ¿Cómo iba a pelear yo con quién? Yo sabía que no podía pelear. Ni qué. Dame respeto, ¿a dónde? O sea, tú sobreviviste a puta humor. A chiste. Yo veía cuál era el más peligroso y el que más buscaba problemas y yo le tiraba un chiste y todos los días estaba ahí. Y yo en la casa pensaba en mis chistecitos para el hombre. Y yo, no, mi amor, yo prefiero ser el bufón que el golpeado. Mira, el nombre de tu podcast me jode tanto porque hay un tema de una crianza machista real, donde nos dieron tanto palo de los hombres no lloran, los hombrecitos no lloran, que por más que nosotros quisimos cambiar ese patrón, nos quedó grabado. ¿Tu papá te decía eso o tu mamá? Mi papá y mi mamá me lo decían. ¿Tu mamá también? Mi mamá al cien. Mi mamá era la que más me lo decía. No jodas. Porque a mi mamá la criaron así, a mi mamá la criaron que sus hermanos no podían lavar los platos, ni lavar, ni limpiar, que eso era de mujeres. Estoy diciendo la realidad. Y mi mamá me crió así. Si usted no lava platos, yo no lavo, usted trabaja, usted busca dinero. Usted no llora. ¿Cómo que va a llorar? ¿Qué está llorando, pues? Que era una niñita. Y esta vaina, hueón, me llevó inconscientemente en patrones de patrones, donde yo toda mi puta vida me guardé toda la mierda que me pasaba. Viví, viví, viví, y nunca le demostré a nadie cuando estaba quebrado. Y no porque no quería, sino que estaba programado para no demostrarlo. Viví y nunca le demostré a nadie cuando estaba quebrado. Y no porque no quería, sino que estaba programado para no demostrarlo. Y no lo demostré ni cuando me casé. Y las redes sociales me dieron una relevancia y la gente me conoció y no lo demostré. Y en diciembre, hermano, viví el peor episodio de mi vida caí en un puto hueco del cual no le podía explicar a la gente que me estaba pasando porque era lo que siempre le critiqué a la gente siempre tenía un discurso de sal, no importa que tan mal te sientas continúa, sal trabaja sal te sientes la sal, trabaja, sal, weón. ¿Te sientes la mierda? Trabaja, pero todo continúa, weón. Eso va a pasar. Y duré años diciéndole ese discurso a todo el mundo y no sabía que yo lo que me convertí fue una hombre de tiempo y caí, esto te lo voy a contar aquí por primera vez porque me parece el programa perfecto, yo no encontraba espacios para contar esto, caí en un hueco donde no podía agarrar el teléfono no entendía que mierda me pasaba, no te lo puedo explicar no lo puedo explicar, no es algo tangible caí en un hueco durante dos semanas donde no me importó nada. Donde no había amor en mí, no había luz, no había nada. Son cosas que yo me sentí el hombre más preparado en este mundo para no hacerlas. Un hombre crudo, un hombre que se le murió el papá, un hombre que creció en un barrio, un hombre que construyó todo, un hombre que se llevó una familia para arriba. El papá, un hombre que creció en un barrio, un hombre que construyó todo, un hombre que se llevó una familia para arriba. Un hombre que no importa qué tanta mierda tuvo, siguió adelante, que no importó que tanto lo humillaron, que tanto le escupieron, que tanto el mundo se le vino, nunca dejó de avanzar. Jamás. Creía que yo había nacido con el don de poder aguantar toda la mierda que la vida me diera. Y yo no tenía ni idea que eso se acumula en el corazón y en la mente hasta que un día estalle. Hice un video que se llama La depresión también sonríe. Ese video fue el video latino más viral del año pasado. Lo hice con un actor colombiano, un creador de contenido colombiano, con Felipe Zaruma. Estábamos en Corea del Sur haciendo unas actividades. Yo estaba en la mierda. Muy mal. Pero el teatro me enseñó y los directores teatrales que son tan fuertes a que no importa que tengas, sales y haces tu trabajo perfecto, no importa por lo que estés pasando. Y me tomé el papelito para la vida personal, me tomé el teatro para la vida personal. Bueno, olí una bomba de tiempo que estalló, creé un video que yo no sé por qué en mi cabeza yo decía, si esto puede más que yo esta es mi carta de despedida creé un video que me terminó salvando a mí y a millones de personas porque así es la vida la depresión también sonríe solí un video viral para todo el público habla hispana. Y los únicos mensajes que me llegaban de 10 personas eran 9 hombres. Gracias. Pude decir lo que sentía a través de ese video. Pude mandárselo a mi hermano. Pero no tenía cómo decirlo. voy a mandárselo a mi hermano pero no tenía como decirlo siento que en mi momento más oscuro me di cuenta que no somos ni dos ni tres somos la mayoría que hay que hablar y que el problema mayor de esta mierda no es tu hermano tu amigo el que tiene depresión y te lo dice porque a ese lo acompañas. El problema mayor de esta mierda es las millones de personas que nos están sonriendo todos los días, huevón. Que nos están levantando el ánimo y por dentro se están muriendo. No hay manera de cifrar esa mierda. Uno de mis grandes panas se mató hace unos meses y era el ser más alegre que nos rodeaba a todos. No dio indicios, no lo dijo y se pegó dos tiros, no solo uno, dos. Se dio uno, quedó vivo, y se dio otro. Y se quedó vivo, güey. Porque no podemos seguir sonriendo si nos estamos muriendo por dentro, güey. No podemos. Porque la gente no tiene ni idea, güey, en lo que te salva una compañía. Y es que tú no necesitas, güey, un pana que esté al lado diciéndote las cosas que tienes que hacer o vamos adelante o gente que te esté diciendo. Porque cuando uno está en la mierda, uno no quiere escuchar eso, marico. Uno está vuelto mierda. Tú no quieres escuchar que la gente te diga, marico, vamos para adelante. Tú solo quieres a alguien al lado. Y tú no tienes ni idea lo que tu puta compañía le puede salvar la vida a alguien. Solo un café o solo un silencio. O solo que nos sentemos los dos aquí. Pero solo es muy difícil. Y yo lo cuento, imagínate lo difícil de lo que estoy contando y que me decidí callar toda esta mierda, porque estaba esperando el momento perfecto y el momento perfecto es aquí, porque sé que tu público lo va a valorar y sabe de lo que estoy hablando. Hay que normalizar hablar. Tenemos que hablar, no podemos ir callando todas las mierdas que pasan, no podemos seguir viviendo con esto por dentro, no podemos seguir en este mundo de quién es más arrecho, quién es más duro, no es quién es más duro, donde te estás haciendo daño. Y así fui hablando, después del video. Me salvaron mis hijas que me salvan diario, me salvó mi esposa, me salvaron mis amigos cuando se dieron cuenta. ¿Cómo se dieron cuenta? Porque yo sí, yo caí, yo no pude seguir. Puedes seguir, pero no puedes seguir y yo trato de buscarle el cómo un tipo que trabajaba de lunes a lunes, con un temperamento del putas, no podía agarrar el teléfono. Y es que la mente te apaga el cuerpo, las ganas, la vida, el amor, todo. La mente apaga todo. Y si existen... Y si existen no, esto sí logra que tus ataques de pánico sean diarios. Que sientas que no estás seguro en la calle, que sientas que no estás seguro en la calle, que sientas que no estás seguro entre la gente. Yo no te puedo explicar, como un tipo, yo hice el año pasado el American Arena, el que sea center, con 14.000 personas, y yo no podía estar en un lugar donde habían 8 personas. Trataba de, cuando empecé a salir, trataba de, pero empezaba a tener problemas con la respiración me costó mucho oler al público porque respiraba no sé entraba en 20.000 pensamientos y claro me alejaba buscaba el carro buscaba algo mi equipo me sacaba la sociedad se está acabando por dentro y no es por fuera y es muy peligroso porque no nos estamos dando cuenta de que esto no es un problema de dos o de tres es de la mayoría y no estamos actuando a nivel del problema es el mensaje que yo trato de llevar yo hago comedia y yo pensé que Dios me había traído a través de la comedia para salvar a la gente y Dios me fue formando en otro aspecto para entender que las tengo que salvar también con otro mensaje. Yo tengo 10 años usando las redes sociales para operar a los niños en mi país. Hago contenido de comedia y todos los meses operamos niños conseguimos el dinero para sacar a niños de Venezuela a recibir tratamiento a 10 años en eso los dos tatuajes que tengo fue porque ya como la gente no le dona a la familia porque ya estoy fastidioso yo no agarro dinero lo que hago es decirle a la gente le muestro el caso y le digo esta familia es Crecelin vayan para que lo veremos. Y ya me invento cosas porque ya la gente no dona por donar, entonces me voy a tatuar los comentarios que pongan. ¿Sabes? Usar el morbo de la gente para operar al niño, y ya operamos dos niños con la última interacción. Todos los meses estamos operando a los niños. Entonces me trató de los comentarios con el usuario. Y ya rechazo porque yo estaba salvando a todo el mundo y yo nunca me salvé a mí. Porque el ejemplo más grande de la depresión sonríe soy yo. Gracias. Gracias por tener la confianza, hermano. Me... Me conmueve mucho. Me conmueve mucho porque lo vemos permanentemente. ¿Sabes? Y siempre he dicho que los dos objetivos del programa son normalizar la conversación y que ojalá la gente no se sienta tan sola porque yo siento que nunca hemos estado más conectados y más acompañados pero en realidad nunca hemos estado más conectados y más acompañados, pero en realidad nunca hemos estado más desconectados y más solos y estamos completamente desconectados de la experiencia humana. Las redes sociales nos dieron mucho, pero nos están matando. Voy a tratar de ser muy responsable en lo que te digo porque soy una consecuencia directa de las redes sociales. Sí, te entiendo, te entiendo. Y este es un análisis muy sencillo, pero muy real. El 98% de las personas que están allá afuera no tienen la vida que hay en las redes sociales. De hecho, la gente que publica esa vida en su mayoría no la tiene y lo sabemos totalmente. Y tampoco son culpables ojo de querer mostrar el lado amable de su vida nada más no el tema pasa en que hay algo que nos está matando y es la comparación la gente creyendo que su vida está en la porque entre las redes sociales y ve que la de los demás está bien. Eso te empieza a acabar, lamentablemente, poco a poco. Te empieza a dar un granito a sentir que tu casita no es la adecuada, que tu pareja es una mierda, que quizás tú eres una persona que vino a este mundo al fracaso porque a ti no te va bien económicamente, porque tú no has podido tener tu carrito, porque las redes sociales te están vendiendo una vida próspera constante en cada esquina. Y la gente es lo que no termina de entender. Te lo digo con toda responsabilidad porque soy una consecuencia, soy una consecuencia de las redes, 100%. O sea, yo se puede hablar con base, yo no te estoy mintiendo. La realidad es que la vida real es la que lleva esa misma gente que se está sintiendo mal, que tiene problemas, que no le alcanza para la rienda, que tiene peos en el trabajo, que tiene problemas con el jefe, que tiene problemas con la mujer, que no hay dinero a veces para comprar comida, que la vida parece que te tirara pura mierda, esa es la vida real. Y hay que asumirlo. Y que la gente entienda que se está pasando por ese proceso. No por un tema de fracaso, no es porque Dios se empeñó contigo, sino porque es la vida de la mayoría. La vida de la mayoría. La vida de las redes sociales no es la vida real. La vida real es el que está en la calle. Al que nosotros vemos cuando pasamos en el carro, a los que andan ahorita aquí afuera de la casa Spotify en el transporte público. Yo voy a dejarlo. Yo realmente, realmente creo que si no fuera por este espacio, yo no tendría ya redes sociales. Hace ya un buen año y medio, dos años. De alguna forma me he medio reconciliado porque encontré propósito en las redes, por lo que tú haces. Si las podemos utilizar para llevar un mensaje, si las podemos utilizar para que tú no te sientas tan solo en tu casa, si las podemos utilizar en primera persona además, para que vean que no existe una vida perfecta. Hay miedos, hay angustias, hay problemas, hay días difíciles, hay llanto. De pronto, mi hermano, tú también te puedas sentir con la capacidad de levantar la mano un día y decir, no sé cómo llegar a fin de mes. No sé, sí, que nos pasa a todos. Sí. Yo trato de ser un buen tipo, pero a veces hago unas cagadas que digo, compadre, ¿y para dónde vamos con estas cagadas que tú haces? Y leo un comentario que dice, tú eres mi ejemplo a seguir. Yo digo, yo no quiero ser el ejemplo de nada. No, mi hermano, no me pongas ese peso. Yo no me pongas ese peso, hermano. Yo prefiero que de repente te inspires en cosas como, coño, yo soy comediante y me inspiré en su gira. Algún día yo voy a seguir. O me inspiro en cómo él hace los videos. Pero no me pongas ese peso, hermano. Yo soy un tipo que la caga mucho como para ser tu referencia. Y la gente no está dispuesta a entender que su ejemplo es un ser humano y que la caga también igual que ellos. Yo no quiero leerte me caíste del pedestal, pero yo no quiero estar en el pedestal de nadie. Yo ya lucho mucho contra tal hueón de mejorar a un tipo tan rebelde como yo para brindarles una mejor versión a mi hija. Para que no repitan mis patrones de cagada por el amor que le tengo. Y el amor hacia mis hijas es tan grande que me hace ser mejor ser humano y ni siquiera lo hago por mí sino para que ellas lo vean y ese peso no estoy dispuesto y estoy en una etapa donde quiero empezar a mostrarme lo que estamos hablando aquí pero fíjate que lo estoy diciendo. Y no hay un solo lugar, un solo podcast, una sola historia que yo haya hecho esto. No quiero ser el ejemplo de nadie. No puedo, no lo soy. ¿Tuviste un momento, tuviste algo que pasara? ¿Cómo identificaste ese hueco? O sea, claramente el no poder ir al teléfono, el no poder seguir con tu vida normal es un claro indicador. Pero tienes identificado qué fue lo que apretó ese botón finalmente para mí. Fue el nacimiento de mi hija que me reventó mi crisis de la mediana edad, el miedo cuando me dan esa cosita hermano y yo digo ya tengo 42 años, ¿cómo se me ocurre? ¿qué clase irresponsable soy yo? ¿o esta carrera que tengo yo? traigo una niña al mundo una niña al mundo. Una niña además, una mujer que además me cuestionó todo mi planteamiento de toda la vida y mi relación con lo femenino. A mí eso fue lo que me revienta mi crisis. Y lo tengo muy identificado y es la que he estado trabajando. Tengo 48 horas, llevo 6 años. Mira, estuve en la vía tratando de asumir la responsabilidad de mi mamá, la de mi familia, la de mis amigos, yo tengo un crío de amigos maravillosos, tengo la fortuna de tener un amigo de niños, yo soy mayor que él, tengo la fortuna de haberlo cargado por unos cuatro años de diferencia y que hoy en día estemos juntos todavía, en las buenas y en las malas. Nos hemos amado, nos hemos traicionado, porque así es la amistad real. Somos seres humanos, la gente busca lealtad respeto eterno y somos seres humanos yo te puedo amar con mi vida y sin querer weón joderte también y lo lindo es que el tiempo pase, entender la cagada volvernos unir y volver a entablar nuestra hermandad no hay un hermano para toda la vida limpio. No hay una vida con un ser humano que te acompañe. Las buenas, las malas. Queremos un tipo a nuestro lado que nosotros no somos ni le damos a nadie. Eso somos unos hijueputas egoístas. Ese amigo me ha brindado esa bendición de estar. Te cuento todo esto porque él estuvo en mi caída. ¿Y por qué estuvo en mi caída? Porque cuando él llega, yo me lo llevo a Estados Unidos, él era mi socio en la compañía de teatro en Venezuela. En Venezuela estaba muy mal y le digo, papi, me voy a ir a Estados Unidos. Y una novia, que en ese momento me ayudó mucho para irnos juntos. La relación no funcionó allá, pero vimos una experiencia maravillosa. Parte de mi crecimiento. Una gran mujer. Y le digo, yo me voy. Yo voy a trabajar. Voy a ver si me va bien con la compañía de teatro no voy a hacer delivery pero voy a intentar hacer teatro cuando yo esté bien yo te llevo fueron palabras de esperanza pero pasaron y me lo traje y me trajo a otro y comí entonces ahí viene el problema que entonces ya yo era el papá de mi mamá, de mi esposa, de mis hijas, de mis mala y buena, una más entre tantos, entre el camino y la mierda, cuelgo el teléfono y empiezo a llorar. Lo que a mí me cuesta llorar es que no pasa. A llorar, y a llorar, y a llorar, y empiezo a caminar en Miami, en una calle, en Doral, a caminar sin sentido, a caminar mientras lloro. A caminar, a caminar, a caminar. Y me tiro en una acera y me acuesto llorando. Lo llamé, él se sentó en la acera conmigo, me abrazó, y ahí no puedo agarrar más el teléfono en dos, tres semanas no me avisó te dije que era una bomba de tiempo cuando arrancamos exploté exploté no tuve vuelta atrás, exploté, pasó ahí me di cuenta que a veces ni siquiera avisa y me he estado recuperando con el tiempo y lo he estado manejando y mis hijas me siguen salvando y yo sigo huyendo de los pensamientos negativos trato de transformarlos mucha terapia eso te iba a preguntar la terapia me salvó también ¿cómo empiezas a salir del hueco? ¿qué te tiene acá con nosotros hoy? mi esposo empieza a llevarme gente. De todo tipo. Al ramo espiritual. Terapia. Mi manager empieza a llamar. Gente muy conocida en el ámbito. Y yo te... Quiero que te sea sincero. Yo era un tipo que no creía en nada de eso. Creía que tú mismo te podías sanar ¿no? y creía que este mundo era de la gente dura de los duros esta gente me regaló herramientas que yo no sabía que existían herramientas maravillosas para un día tener porcentaje menos de pensamientos negativos y así fui y así fui y así me volví a incorporar y así estoy aquí porcentaje menos de pensamientos negativos. Y así fue. Y así fue. Y así me volví a incorporar. Y así estoy aquí. Y así pude seguir haciendo sonreír a la gente. Y aquí estamos. Y maravilloso. Me conozco mucho más, ¿no? ¿Cuáles son esas herramientas para ti hoy en día? Las herramientas primero son soltar el teléfono. No puedes luchar con un monstruo interno y meterte a las redes sociales. Y esto se los digo de corazón. No pueden estar viviendo malos momentos y entrar a las redes. Van a caer en caos. Sus pensamientos van a empeorar. Su ataque de pánico van a empeorar hay que vivir yo no he estado viviendo, yo no me he tomado una cerveza con un amigo yo no he estado viviendo, hay que vivir hay que irse a lo más sencillo hay que irse a un parque y sentarse hay que volver a jugar fútbol es que suena pendejo de verdad pero te salva te salva, te lo juro que te salva hay que jugar fútbol hay que montarse en una bicicleta te lo juro las actividades te salvan salir de tu casa te salva o como esto dime que más sencillo hay compadre que sentarse con un pana, con un amigo con un hermano, con un papá hablar, pero realmente hablar una hora sin teléfono, sin computadores. Hablar, no es más. No hay nada más peligroso que la depresión en un cuarto. Salud. Cuéntate con gente, móntate en el transporte público, peleate por el pasaje, entra al metro, escucha a una señora. Tenemos muy identificado que la salud financiera es parte fundamental de poder estar tranquilo. O sea, es muy difícil, es muy difícil meditar con el estómago vacío. Muy jodido pensar en estar tranquilo cuando no sabes, me entiendes, cómo vas a llegar a fin de mes, por decirte algo. Tú, cómo ha sido para ti ese transitar después de que tuviste además, pues, joder? O sea, no solo momentos muy difíciles y muy duros, sino que tener que cargar con toda esa responsabilidad, ¿no? Como tú dijiste antes, yo voy a sacar a mi mamá adelante, o sea, pero después es la mamá, es como tú dijiste, el amigo, la amiga, papá, papá, y empieza, yo hago la analogía, y es que es como un malabarista, ¿no? Y es que a ti te bota una bolita y tú dos, tres, y de repente, claro, creces, y como crecer duele, de repente en este momento tenemos 500 bolas y no puedes parar porque sabes que si paras se cae todo el piso. ¿Cómo ha sido ese transitar económico para ti y encontrar como esa estabilidad financiera, hermano? Hay una frase muy linda que la gente siempre dice y es yo estaba más feliz cuando no tenía nada. Sí, y yo entendí que era cuando no tenías tantas responsabilidades económicas. Claro. Por eso estaba más feliz. Cuando de repente el problema era pagar la renta, encontraba algo para comer, pero no eran, no sé, 47 empleados, que su familia depende de ti, de tu estado de ánimo, de que tú estés paradito para que pase, pues eso te come la cabeza. Y eso es algo que me ha comido la cabeza y he aprendido a preocuparme más por cómo hacer dinero, realmente, de cómo intentar hacer dinero y no cómo tratar de cuidar tanto el dinero. Ok. Entonces, mi cabeza siempre está en cómo traemos más. Recuerda que vengo de una infancia muy precaria. Claro. Siento que el sentarme a cuidar esto me desconcentra de buscar esto. Y entonces siempre manejo mi vida constantemente en la búsqueda de cómo hacer que entre más dinero. Entiendo que el dinero tiene que fluir, tiene que pasar. No soy un tipo amante de represar el dinero. Pero cuando tú no tuviste nada pasan dos cosas. Una, sabes que puedes arrancar en cualquier momento de nuevo, que nunca es de cero, es una frase terrible. Cuando alguien te dice arranca, yo puedo arrancar de cero cuando sea, no es imposible. Si tú tuviste una prosperidad o tuviste lo que tuviste en tu cabeza, hay muchas cosas nuevas que no estaban, tú estás arrancando de c o tuviste lo que tuviste en tu cabeza hay muchas cosas nuevas que no estaban tú estás arrancando de cero tú lo que monetariamente estás arrancando un poco con una situación más difícil y existe otra más complicada que es la que tenemos todos los que crecimos en situaciones precarias el miedo a volver a vivir eso claro que se convierte indirectamente en un motor a buscar más. Y no vas a volver ahí no por egoísmo, porque perdiste tu esencia, no tiene nada que ver ni con esencias ni con humildad, y tú sabes que eso no tiene nada que ver con o sin dinero, si te explaste mierda, te explaste mierda pobre y rico, eso está en tu ser, no en tu educación, en cómo te educaron. Tiene más con un tema de ese miedo de no gastaré en porque si algún día y recuerdas cuándo y entonces vas aprendiendo, soltando. Claro, estoy aprendiendo, estoy aprendiendo. Yo soy un tipo que viene a este mundo a crear, a crear guiones, a crear conceptos, a crear arte a través de la comedia. El tema financiero lo estoy aprendiendo. No todos los artistas somos buenos con el tema financiero. No, no, no, para nosotros, yo también lo estoy aprendiendo, hermano. Para nosotros ha sido tan identificado, hemos recibido tantos mensajes que además hemos decidido empezar con una alianza estratégica muy importante con Scandia porque justamente queremos empezar a dar también este servicio. empezar con una alianza estratégica muy importante con Scandia, porque justamente queremos empezar a dar también este servicio, y es que entendamos entre todos cómo es el tema financiero para que tengamos después más tiempo para meterle a esto. Gracias. Gracias. Ahora sí. Hola, soy Juan Pablo Rada, y junto a mi amigo y productor Dani Posada, Ahora sí. Y en esa temporada, y de la mano de Scandia, también hablaremos de dinero, porque sabemos que nuestro bienestar financiero impacta profundamente en nuestras vidas, en cómo nos sentimos, en las decisiones que tomamos y en poder alcanzar la libertad para vivir la vida que queremos y herramientas que nos ayudarán a profundizar en las complejidades de la salud mental y en todo lo que la atraviesa. Este, nuestro espacio. Tu espacio es seguro. Y se llama Los Hombres Si Lloran. Donde la vulnerabilidad se convierte en nuestra mayor fortaleza.